Payasos, equilibristas, bailarinas y un sin fin de leones y elefantes convirtieron ayer la escuela infantil San Jorge en un circo de manualidades y disfraces con la colaboración de padres y profesores. Confeccionados por los propios alumnos con la ayuda de sus maestras, los trajes, carpas y casetas hicieron las delicias tanto de los pequeños en las actividades de la mañana con sus docentes, como de los mayores al acceder por la tarde con su entrada.